domingo, 26 de julio de 2009

Perdidos en Tokio

He vuelto. Comento muuy brevemente lo que sucedió en estos días de alejamiento de la computadora.
El miércoles me senté ante la hoja en blanco del word y comencé a escribir. Puse música baja y decidí seguir tu consejo, Claudia, y "lanzarme". Miré muchas fotos de Tokio - incluyendo un enredadísimo mapa de los subterráneos de la ciudad -, terminé de leer el material, y dejé que las manos fueran y vinieran a su antojo sobre el teclado durante poco más de una hora, hasta que sentí que llegaba a mi límite. Escribí la mayor parte de la introducción, y le pedí a mi mamá y a mi hermano que la leyeran. Afortunadamente, ninguno profirió un grito de espanto, de modo que, sintiéndome bastante satisfecha, decidí abandonar la empresa por el resto del día. Pero durante el resto de la semana estuve mal anímicamente y no quise volver al texto, para no sumergirme nuevamente en la tristeza del personaje (soy consciente de lo exagerado que suena, pero es la única manera en que puedo escribir, al menos ahora).
Pronto publico lo que llevo escrito hasta ahora.
Bel

1 comentario:

  1. Desde las tinieblas de mi cama, recuperándome de unos días físicamente nulos, te cuento Belén, que espero esa introducción! Ese adelanto! =)

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